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PROHIBIR LA COMIDA ‘CHATARRA’, UNA RESPUESTA A LA EMERGENCIA DE MALNUTRICIÓN INFANTIL

Actualizado: 16 ago 2021

La comida chatarra es un término popular que hace referencia a un grupo de productos alimenticios como los ultraprocesados (PUP) y las bebidas azucaradas; que se caracterizan por un alto contenido calórico y su bajo valor nutricional (1).



Los PUP se definen como productos listos para el consumo que se componen de sustancias extraídas de los alimentos (aceites, grasas, azúcar y proteínas), derivados de constituyentes de los alimentos (grasas hidrogenadas, almidones modificados) o sintetizados de materiales orgánicos como aromatizantes, potenciadores del sabor y otros aditivos utilizados para alterar las propiedades sensoriales. Algunos ejemplos de PUP son: bebidas azucaradas, alimentos listos para consumir o ready-to-eat, frituras o botanas saladas o dulces empaquetadas (2).


En agosto de 2020, después de un año de discusión, el Congreso de Oaxaca aprobó reformar la Ley de Derechos de niñas, niños y adolescentes del Estado, agregándole el artículo 20 Bis para la eliminación de formas de malnutrición a través de la prohibición, venta, regalo y suministro de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico (3).


El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advierte que la obesidad infantil en México es una emergencia que requiere cambios inmediatos (4), este problema de malnutrición se ha duplicado de 7.5 % en 1996, a 15 % en 2016 (5).


La prevalencia de obesidad en México ha aumentado progresivamente en las últimas décadas, en particular, en todos los grupos de edad de la población femenina, dónde se ha observado aumento de manera sostenida en los últimos años (6).


En el estado de Oaxaca, la ENSANUT-2012 (7) reportó que la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en niños y niñas en edad escolar fue de 27.5% y se han identificado focos rojos en obesidad infantil en las regiones del Istmo de Tehuantepec, Costa y Tuxtepec (8)

Fuente: Instituto Nacional de Salud Pública. Encuesta de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016.


Un estudio que analizó los factores que influyen en la obesidad de la población femenina de la Región del Istmo de Tehuantepec, encontró que el 36.9% de las mujeres ha sustituido la ingesta de agua natural por refrescos carbonatados industrializados (6) lo cual contribuye a la magnitud del problema de obesidad en esa región oaxaqueña.


Según UNICEF, México es el mayor consumidor de productos ultra procesados en América Latina, incluidas las bebidas azucaradas (9). Las tasas más altas de este consumo se encuentran entre las niñas y niños en edad preescolar, quienes consumen alrededor del 40% de sus calorías diarias de esta manera (4).

Los productos ultraprocesados y las bebidas azucaradas cada vez tienen porciones de mayor tamaño y a bajo costo; han sustituido a los alimentos frescos sometidos a una mínima elaboración y al agua en muchos entornos escolares y en las comidas en familia (1).


Los niños y niñas en general están muy expuestos a este tipo de productos. Desincentivar su consumo a través de su prohibición, es una medida acorde a las recomendaciones de organismos internacionales como la OMS/OPS, la cual recalcan la importancia de regular el acceso a alimentos malsanos, cuya ingesta es el principal riesgo para la obesidad (1).


El precio de los alimentos mínimamente procesados y de alto valor nutricional como frutas y verduras, ha aumentado de manera sostenida, al punto de resultar, en promedio, más caros que los demás alimentos (10). Adicionalmente, recientemente han caído los precios de PUP y con mayor densidad energética; o bien su aumento de precio ha sido muy lento, especialmente en países con economías emergentes como México (10).


La diferencia de precios entre los productos mínimamente procesados, que suelen ser más nutritivos, versus los ultraprocesados, amplía las desigualdades, siendo cada vez más difícil el acceder a dietas más saludables (11). Esta situación lleva a que las familias de menores ingresos tiendan a adquirir productos de menor valor nutricional y con altos niveles de azúcares, grasas y sodio (12).


El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede perjudicar la salud. Tanto el sobrepeso como la obesidad son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer (13).



Se ha comprobado que cuando una persona desarrolla sobrepeso u obesidad en la infancia, existe una alta probabilidad de que continúe padeciendo este problema durante su vida adulta; entre más temprano sea el inicio de la malnutrición, mayor será el riesgo de comorbilidades y con ello el mayor riesgo de cronicidad (14).


Impacto económico del sobrepeso y la obesidad


La prevalencia de obesidad y sus comorbilidades asociadas son un serio problema de salud pública en México, no solo porque afecta la calidad de vida sino también porque involucra importantes gastos económicos.


Hace diez años, el costo directo e indirecto del sobrepeso y la obesidad fue de 67.345 millones de pesos mexicanos (15). La Secretaría de Salud estima que el costo total de la obesidad en 2017 fue de 240 mil millones de pesos y seguirá aumentando hasta alcanzar los 272 mil millones en 2023, un aumento de 13% en seis años (16).


El sobrepeso y la obesidad también afectan el desempeño económico de México, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que es el país donde el sobrepeso, la obesidad y sus enfermedades derivadas tendrán el impacto más grande en el PIB entre 2020 y 2050 (5). De acuerdo con las proyecciones de la OCDE, las enfermedades relacionadas con el sobrepeso reducirán la esperanza de vida en México en más de 4 años durante los próximos 30 años (5).


Ilustración 1. Impacto económico total del sobrepeso y obesidad para el caso mexicano (17)

Tomado de: Secretaria de Salud. Unidad de Análisis. Impacto Económico del Sobrepeso y la Obesidad en México. 2015.


De lograr una reducción calórica de 20% en los alimentos con alto contenido en azúcar, sal, calorías y grasas saturadas México podría prevenir 1.4 millones de enfermedades no transmisibles de aquí al año 2050, ahorrar 1.9 mil millones de pesos al año en costos en salud, y aumentar el empleo y la productividad en el equivalente a 71 mil trabajadores de tiempo completo por año (5).


La prohibición de comida chatarra y su articulación con otras medidas.


La obesidad se deriva de una conjunción de factores: la exposición a un entorno malsano, llamado entorno obesogénico y las respuestas conductuales y biológicas inadecuadas a ese entorno (18). Al hablar de entorno obesogénico se hace referencia a un ambiente que fomenta la ingesta calórica elevada y el sedentarismo. Se tienen en cuenta los alimentos disponibles, asequibles, accesibles y promocionados así como las normas sociales en relación con la alimentación (18).


Si bien el país ha tomado medidas importantes para hacer frente al enorme reto que representa el sobrepeso y la obesidad, cómo la introducción de impuestos sobre bebidas azucaradas y el etiquetado frontal basado en advertencias, la magnitud del desafío requiere intensificar los esfuerzos (5).


De acuerdo a expertos de nutrición convocados por la OPS, los PUP podrían generar deseos incontrolados de consumo, puesto que activan mecanismos innatos del control del apetito e inhiben el deseo racional de dejar de comer (2); prohibir su comercialización a las infancias podría ayudar a reducir su ingesta general.


Implementar estrategias de alimentación y nutrición que desmotiven la compra e ingesta de alimentos poco saludables desde la infancia, como los PUP, promoverá la adopción de estilos saludables a lo largo de la vida pues se ha demostrado que las y los niños que aprenden hábitos saludables a una edad temprana son más propensos a mantener esos hábitos por el resto de su vida, comparado con intervenciones que se lleven a cabo en la adultez (19).


Sumar la prohibición de comida ‘chatarra’ a la población infantil a las políticas ya implementadas, favorecerá el combate a los entornos malsanos, contribuirá a la disminución del acceso a alimentos poco o nada nutritivos y a la construcción de normas sociales que promuevan hábitos más saludables.


Como medida complementaria, sería útil que existieran políticas que regulen la publicidad de los PUP pues se ha documentado que éstos presentan mayor publicidad en sus empaques en comparación a productos de menos nivel de procesamiento, y dichos productos presentan declaraciones de salud y nutrición que podrían confundir al consumidor (2).


La comercialización en las tiendas (marketing al por menor) también representa una amenaza importante para los niños y las niñas. Un estudio reciente en México muestra que estas técnicas en las tiendas se utilizan con el objetivo específico de atraer a los niños/as a los alimentos poco saludables, incluyendo, por ejemplo, la colocación de productos a la altura de los ojos de los niños/as, la proliferación de promociones con premios y el uso de personajes de películas y dibujos animados con licencia (20).


Ninguna medida que busque reducir la malnutrición, por sí sola, combatirá las crecientes cifras de malnutrición en niñas y niños; solamente adoptando un conjunto amplio e integrado de intervenciones que combatan el entorno obesogénico podrán lograrse progresos sostenidos en pro de un objetivo común: acabar con la obesidad infantil (18).


Referencias bibliográficas:


1. Organización Mundial para la Salud. ACABAR CON LA OBESIDAD INFANTIL INFORME DE LA COMISIÓN PARA. 2016.

2. Nieto-Orozco C, Chanin Sangochian A, Tamborrel Signoret N, Vidal González E, Tolentino-Mayo L, Vergara-Castañeda A. Percepción sobre el consumo de alimentos procesados y productos ultraprocesados en estudiantes de posgrado de la Ciudad de México. J Behav Heal Soc Issues. 2017;9(2):82–8.

3. Organo del Gobierno Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca. Tomo CII. Decreto No.1609. Periódico Oficial del Estado de Oaxaca de Juárez [Internet]. 2020 Sep 4;2. Available from: http://www.periodicooficial.oaxaca.gob.mx/files/2020/09/EXT-DEC1609-2020-09-04.pdf

4. Naciones Unidas. La obesidad infantil en México: una emergencia que requiere medidas inmediatas | Noticias ONU [Internet]. 2020 [cited 2020 Oct 15]. Available from: https://news.un.org/es/story/2020/03/1470821

5. OECD. The Heavy Burden of Obesity: The Economics of Prevention, OECD Health Policy Studies [Internet]. 2019 [cited 2020 Sep 10]. Available from: https://doi.org/10.1787/67450d67-en.

6. Herrera B, Ruíz S, Zapién A, Sánchez G, Bernardino H. Factores de riesgo para obesidad en población femenina del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, México. Acta Med Costarric. 2020;62:13–7.

7. Instituto Nacional de Salud Pública. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. Resultados por Entidad Federativa: Oaxaca [Internet]. Cuernavaca; 2013 [cited 2020 Oct 16]. Available from: https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2012/doctos/informes/Oaxaca-OCT.pdf

8. Cruz-Echevarría J, Martínez-Sánchez M, Neri-Caballero E. Impacto de la aplicación del programa EDUSANU-Latinoamérica en sobrepeso y obesidad en alumnos de una Escuela Primaria del Estado de Oaxaca. J Vis Lang Comput [Internet]. 2018;5(2):10. Available from: http://www.salud.oaxaca.gob.mx/wp-content/uploads/2019/01/Acs182-01i.pdf%0Ahttps://www.m-culture.go.th/mculture_th/download/king9/Glossary_about_HM_King_Bhumibol_Adulyadej’s_Funeral.pdf

9. Braverman-Bronstein A, Camacho-García-Formentí D, Zepeda-Tello R, Cudhea F, Singh GM, Mozaffarian D, et al. Mortality attributable to sugar sweetened beverages consumption in Mexico: an update. Int J Obes [Internet]. 2020;44(6):1341–9. Available from: http://dx.doi.org/10.1038/s41366-019-0506-x

10. Wiggins S, Keats S, Han E, Shimokawa S, Alberto J, Hernández V, et al. The Rising Cost of a Healthy Diet. 2015;(May):1–64. Available from: http://www.odi.org/sites/odi.org.uk/files/odi-assets/publications-opinion-files/9580.pdf

11. FAO, OPS W. Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2019. Santiago; 2019. 135 p.

12. FAO, OPS, WFP, UNICEF. Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en américa latina y el caribe, desigualdad y sistemas alimentarios. Panor la Segur Aliment y Nutr en América Lat y El Caribe [Internet]. 2018;133. Available from: http://www.fao.org/3/CA2127ES/ca2127es.pdf

13. OMS. Obesidad. WHO [Internet]. 2016 [cited 2020 Oct 15]; Available from: http://www.who.int/topics/obesity/es/

14. Alba CM. Sobrepeso y Obesidad Infantil en Oaxaca ¿Es Relevante Trabajar el Tema? Salud y Adm. 2015;2:47–9.

15. Pérez-Herrera A, Cruz-López M. Childhood obesity: Current situation in Mexico. Nutr Hosp. 2019;36(2):463–9.

16. Meza R, Cuevas N. Propuestas para una política integral: Epidemia de Sobrepeso y Obesidad en México. Gac Salud [Internet]. 2018;231(3):1–8. Available from: http://elpoderdelconsumidor.org/wp-content/uploads/2018/05/candidatos-2018-propuesta-politica-publica.pdf

17. Secretaria de Salud. Unidad de Análisis. Impacto Económico del Sobrepeso y la Obesidad en México. 2015.

18. Chan C. Informe de la comisión para acabar con la obesidad infantil: Informe de la Directora General. Organ Mund la Salud [Internet]. 2016;1:1–42. Available from: http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA69/A69_8-sp.pdf

19. Savoie-Roskos MR, Wengreen H, Durward C. Increasing Fruit and Vegetable Intake among Children and Youth through Gardening-Based Interventions: A Systematic Review. J Acad Nutr Diet [Internet]. 2017 Feb 1;117(2):240–50. Available from: https://doi.org/10.1016/j.jand.2016.10.014

20. UNICEF. Estado Mundial de la Infancia 2019. Niños, alimentos y nutrición. [Internet]. 2019. Available from: file:///C:/Users/ASUS/Documents/SKRIPSI YAN GEK/UNICEFF TERBARU.pdf

21. Nogueira-de-almeida CA, Del Ciampo LA, Ferraz IS, Del Ciampo IRL, Contini AA, Da V. Ued F. COVID-19 and obesity in childhood and adolescence: a clinical review. J Pediatr (Rio J). 2020;96(January):546–58.




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